El Faro fue construido entre 1950 y 1951 por la Armada de Chile según el diseño del ingeniero civil de la Universidad de Chile don Jorge Cisternas Larenas, en el marco del Plan Serena llevado adelante por el Presidente Gabriel González Videla. El Faro Monumental por su ubicación y carácter monumental constituye un elemento de identidad de la ciudad, por lo que posee un gran valor urbano, siendo el remate del eje Francisco de Aguirre, en su extremo poniente, a continuación del término de dicha Avenida, generando un punto notable y un espacio mirador. Dada su condición fundamental de “hito urbano vertical notable”, se destaca dentro de la trama y la “skyline” o silueta urbana de la ciudad. Las condiciones anteriores hacen que sea un reconocido hito turístico a nivel nacional y de gran valor social, pues desde su construcción se ha constituido en un elemento de identificación e indisolublemente integrado a la imagen de la ciudad, propia de una época de gran auge urbano, por lo cual los habitantes de La Serena sienten gran apego, dándose la fisonomía que ellos reconocen como propia. Su valor estético y arquitectónico está definido por su proporción y altura y por su estilo neo-colonial en versión de fortificación, adaptado para la tipología arquitectónica de un faro, propio del Plan Serena.